En Voluntariado Internacional os estamos mostrando varias formas para poder ir de voluntario a todas partes del mundo, conocer culturas nuevas, aprender idiomas y ayudar a que este mundo sea un poco mejor, tal y como queremos todos, poniendo nuestro pequeño granito de arena en ayudar a familias con granjas ecológicas, mercados orgánicos, escuelas para niños de sitios desfavorecidos, centros culturales en barrios problemáticos… Ya os hemos enseñado varas plataformas que nos ayudarán a encontrar el sitio ideal para nosotros, pudiendo elegir entre cientos de asociaciones y familias que nos acogerán y darán comida y techo a cambio de un poco de ayuda en su proyecto.
Pero, ¿cómo elegir el host perfecto para nosotros? ¿Dependerá solo del sitio, de la actividad que debamos realizar, del idioma que hable o de sus aficiones? Pues un poco de todo. Como en cualquier relación, en esto caso voluntario-familia o asociación de acogida, lo importante es llegar a acuerdos que pongan en común nuestros objetivos. Por ejemplo, si nuestro principal objetivo es aprender inglés, evidentemente tendremos que buscar host en países donde el inglés sea la lengua nativa. Seguramente encontremos muchos otros acogedores que hablarán inglés en otros países del mundo, pero es más probable encontrarlos en Reino Unido, Irlanda, Australia o Estados Unidos, por ejemplo.
Evidentemente, si nuestro principal objetivo es aprender idiomas, empezaremos la búsqueda por los países donde ese idioma sea hablado mayoritariamente, pero no solo eso. También debemos buscar sitios que se adapten más o menos a lo que sabemos hacer. Por ejemplo, hay muchos host que piden expertos en informática para que les ayuden con la página web de su proyecto, por ejemplo, u otros que piden a gente que sepa cuidar de animales de granja. Será mucho más sencillo que nuestra estancia sea satisfactoria si accedemos a un puesto en el que se busque alguien con nuestras características.
También debemos pensar muy bien si queremos estar en un sitio totalmente rural y alejado del ruido y las ciudades, o si preferimos permanecer cerca de una gran urbe, para conocerla mejor y vivir la vida social y cultural de esta. En las plataformas de voluntariado encontraremos sitios realmente cercanos a Londres, Nueva York, Berlín, Río de Janeiro y otras muchas ciudades en las que siempre hemos soñado vivir. Tal vez sea una buena oportunidad para estar un tiempo cerca de ellas y conocerlas a fondo. O si preferimos la tranquilidad y el sosiego de zonas más rurales, las granjas y huertos orgánicos son uno de los principales filones de estas plataformas, habiendo miles de ellas repartidas por todos los continentes.
Las condiciones que ponga el host son muy importantes también a la hora de elegirlos, evidentemente. Hay algunos que piden ayuda solo por unas pocas horas, 3 o 4 al día, durante cinco días a la semana, y en trabajos que no son nada del otro mundo. Otros, en cambio, piden seis o más horas de trabajo a cambio de comida y alojamiento, con solo un día de descanso. Cierto es que estos host suelen ser dueños de algún tipo de establecimiento como restaurantes o Bed & Breakfast, pero una situación así roza lo ilegal, por tratarse más de un trabajo en sí que de un voluntariado. Cada uno es libre de escoger al host que prefiera, pero lo que siempre debemos hacer es quedar muy claro con la familia o la asociación las horas de trabajo y demás, para que luego no haya malentendidos.
Otra de las cosas a tener muy en cuenta a la hora de elegir nuestro sitio perfecto para ir de voluntario es el tema de los visados y pasaportes. Como ya hemos dicho alguna vez, entre países de la Unión Europea no hay ningún problema a la hora de desplazarnos de unos a otros siempre que llevemos nuestra identificación (DNI o pasaporte). La cosa cambia si no somos ciudadanos europeos, ya que necesitaremos permisos especiales para estar en según que países. Por ejemplo, en Reino Unido cuidan mucho este aspecto, y es complicado estar allí sin un visado en regla, si venimos de fuera de Europa. Al igual que ocurre si algún europeo quiere viajar fuera de Europa, por ejemplo, a países como Canadá o Estados Unidos, que piden permisos especiales para los trabajadores o voluntarios.
Por último, nuestro propio límite presupuestario también tendrá mucha incidencia a la hora de elegir nuestro sitio para ir de voluntario, ya que no es lo mismo pagarnos un vuelo a Londres que a Sidney, por ejemplo. Debemos ser conscientes de donde están nuestros límites presupuestarios y, una vez tenido esto en cuenta, empezar a buscar destinos que sean factibles para el dinero con el que contamos. Así será mucho más fácil «sobrevivir» en estos sitios, ya que aunque no paguemos ni comida ni alojamiento, tendremos que gastar dinero en visitar sitios, coger autobuses, taxis, trenes, etc…