Desde este blog de Voluntariado Internacional pensamos que una de las mejores ayudas que podemos dar a todas esas personas que están pensando optar por esta vía alternativa para visitar otros países, aprender idiomas o buscar trabajo allende nuestras fronteras es daros nuestra propio experiencia de voluntariado, ocurrida este mismo verano. A través de estos artículos os aconsejaremos sobre las cosas que se deben y no se deben hacer antes y durante el periodo de voluntariado para que este salga tal y cómo habíais previsto y sea una verdadera experiencia inolvidable. Hemos de tener claro a lo que vamos a «enfrentarnos» en esta experiencia, trabajo a cambio de alojamiento y comida, lejos de casa y con un idioma que seguramente no controlemos al 100%.
La experiencia resulta muy positiva en la práctica totalidad de casos, pero para que esto ocurre se deben llevar a cabo primero unos pasos previos importantes. Ya hablamos en el anterior artículo de la elección del host como el principal motivo que declinará la balanza a nuestro favor en esta aventura. La persona que quiera aprovechar la oportunidad de realizar un voluntariado internacional de este tipo debe estar abierta y ser flexible a la hora de convivir con personas «extrañas», sus costumbres, su idioma, su comida, el alojamiento… No podemos pensar que son unas vacaciones, y seguramente al principio nos cueste acostumbrarnos al host. Pero si lo elegimos bien, la experiencia será totalmente maravillosa.
Una vez que hayamos elegido definitivamente al host con el que queremos realizar el voluntariado, ya sea por el trabajo que ofrece, por la ciudad donde vive o por lo bien que hablan de él sus anteriores voluntarios, la relación entre nosotros y él debe estrecharse para conseguir la confianza deseada incluso antes de llegar a su casa para realizar el voluntariado. Debemos conocer bien al host, su manera de pensar, de ver este tipo de experiencias, lo que busca en nosotros y lo que espera que hagamos, y a la vez, que el nos conozca a nosotros, explicándole porqué queremos realizar este voluntariado, qué queremos conseguir con él y porqué le hemos elegido entre tantos host.
La comunicación entre voluntario y host
Establecer una comunicación fluida entre ambas partes una vez se haya decidido que el voluntario estará con el host por el periodo determinado no es algo obligatorio, pero si muy recomendable. De esta manera se estrecharán lazos entre personas en principio desconocidas que tendrán que convivir durante ese periodo de tiempo, y así se pueden conocer mejor, saber qué cosas le pueden molestar a la otra persona y evitarlas. Es un conocimiento previo que puede ser muy útil cuando lleguemos a la casa del host, ya que habremos cimentado la confianza que luego, con la convivencia, se hará más fuerte.
Los medios más usuales para establecer esta comunicación vienen dados por Internet, el mismo medio que hemos utilizado para encontrar al host. El correo electrónico suele ser el más común y utilizado por la mayoría de usuarios de las páginas como Workaway o Helpx, a través de los propios mensajes privados que pueden enviar en estas plataformas. Esos mensajes, además, pasan por el filtro de las páginas, por lo que siempre estarán guardados en caso de necesitarlos en el futuro. Otra opción es el correo electrónico a una dirección privada que el host nos entregue, para tener mayor privacidad, aunque con la anterior alternativa no suele ser muy necesario.
La segunda opción más usual y utilizada es también algo más personal: Skype. Seguro que todos sabéis de qué estamos hablando, pero por si todavía hay algún despistado con estos temas, Skype es un programa que permite hacer llamadas y videollamadas a través de Internet, tanto a otros usuarios de PCs y tablets como a teléfonos fijos y móviles, eso sí, pagando por esto último. Si ambas personas, host y voluntario, cuentan con Skype en su ordenador, sus conversaciones serán totalmente gratuitas, y con una conexión medianamente buena no habrá problema en escucharse perfectamente, aparte del retardo normal en comunicaciones tan distantes en el extranjero.
En estas conversaciones debemos hablar con el host sobre el trabajo que nos espera en su casa, las horas que tendremos que trabajar y los días libres, el tipo de comida que suele realizar (si somos alérgicos a algo, especialmente) y otros temas que pueda interesarnos conocer acerca de la familia que nos va a acoger en su hogar durante nuestro periodo de voluntariado. Seguramente el host también quiera conocer cosas sobre nosotros, y así es como se creará ese clima de comunicación y confianza que nos será de mucha ayuda posteriormente, cuando estemos ya realizando el voluntariado.
estoy interesada, mucho, en saber si existen opciones de voluntariado para menores de 18 años, en este caso la edad serían 17 años.
Y como tengo que hacer para conseguir mas informacion