En ciencias sociales, la marginación o la exclusión es una situación social de desventaja económica, condición social, política o profesional, producida por la dificultad que una persona o grupo tiene para integrarse a algunos de los sistemas de funcionamiento sociales (integración social). Marginación puede ser el efecto de prácticas explícitas de discriminación-que efectivamente dejó la clase social o grupo social segregado en la función social en algún aspecto- y, más indirectamente, ser causada por la deficiencia de los procedimientos que aseguren la integración de los factores sociales, garantizándoles la oportunidad de desarrollarse plenamente. Por ello muchos países desarrollan programas de ayudas sociales, como el SISBEN de Colombia, con el fin de diminuir en la medida de lo posible la exclusión de ciudadanos por causas económicas.
La marginación puede definirse como segregación social, incluso en términos de características espaciales o geográficos, aunque la segregación del término aplica más comúnmente para planteamientos políticos cualquier forma de discriminación o intolerancia de tipo racial, sexual (sexismo), religioso (intolerancia religiosa) o ideológico (represión política).
Consecuencias de la marginación
Marginación consiste en la separación efectiva de un individuo, una comunidad o un sector de la sociedad, con respecto a la interacción social, el proceso puede mostrar diferentes grados desde la indiferencia a la represión y confinamiento, y a menudo lleva emparejado la desconexión. Su carácter definitorio, sin embargo, no es el aspecto geográfico, sino el aislamiento social.
La discriminación marginal es un fenómeno asociado a la estructura social y se asocia con el retraso que se originan en patrones históricos y el desarrollo de un territorio. Sus efectos implican un impacto cultural, social, educativo, económico, entre otros. La pobreza puede ser un estado de marginación y viceversa, aunque el hecho de que haya uno, no necesariamente implica que el otro exista.
Marginación y la exclusión social
La Unión Europea define la exclusión como la incapacidad de disfrutar de los derechos sociales sin ayuda, en la imagen desvalorada de sí mismo y de la capacidad personal para hacer frente a sus obligaciones. Esta noción se entiende como un concepto dinámico mucho más amplio que la mera pobreza. El concepto de exclusión social se refiere a la acción y el efecto para prevenir la participación de ciertas categorías de personas en aspectos considerados como valiosos en la vida.
El hecho de la privación económica significa la no participación en la sociedad. La exclusión se considera como una falta de participación en lo económico y lo político, cultural y social. Exclusión social es más que mera pobreza, por lo tanto es una acumulación de problemas. Desde esta perspectiva es parte de un proceso dinámico y multidimensional, propio de las sociedades postindustriales.
Pobreza
Las restricciones en el acceso a los servicios y la renta están obligadas a tener un mínimo nivel de vida resultante de la exclusión social es decir existe una alta correlación entre la pobreza y la exclusión social. Aunque no siempre son los más pobres, los grupos tradicionalmente excluidos son los más pobres de los pobres. Esta tendencia, es claro que la reducción de la pobreza sólo puede darse si se enfrentan a los complejos factores y determinantes de la exclusión social.
El SISBEN de Colombia como ejemplo
Si bien la mayoría de países cuentan con distintos programas y políticas para luchar con la pobreza y la exclusión social, el caso del SISBEN (Sistema de Identificación de Potenciales beneficiarios de Programas Sociales) nos parece interesante como ejemplo por su funcionamiento. El sistema se basa en una puntuación que se asigna a las personas en riesgo potencial de exclusión, y este puntaje es luego utilizado por los diversos programas de ayuda para evaluar la idoneidad de la persona en cuestión para recibir esa ayuda.
Muchos países que cuentan con programas de ayuda social evalúan y conceden estas ayudas de forma individual. Es decir, cada ayuda tiene sus clasificaciones y varemos específicos, exigiendo trámites distintos para los ciudadanos y complicando el sistema, con lo que se generan más retrasos e ineficiencias.
Como todos los programas, el SISBEN colombiano tiene sus fallos y mucho que mejorar, pero la idea de contar con una puntuación centralizada para la identificación de ciudadanos que pueden recibir ayudas nos parece acertada y quizás sería interesante para ser analizada por otros países para mejorar sus programas de ayuda sociales.
Imagen: PublicDomainPictures, Pixabay