A la vez que el sistema capitalista deja todos los días afuera del mercado laboral a millones de personas producto de la crisis mundial globalizada, surgen nuevas modalidades de ocupación más relacionadas a la solidaridad, al deseo de auto superación y la avidez de expandir fronteras, que al ánimo de lucro.
Se trata de personas que por diferentes razones y motivaciones, deciden consagrar parte de su tiempo a actividades vinculadas con la ayuda social, el cuidado del medio ambiente, la enseñanza y muchas otras ocupaciones de enorme relevancia para el bien común.
Para quienes no tienen idea de la existencia de este tipo de actividades, puede resultar sorprendente que existan personas que brindan sus capacidades y conocimiento sin esperar nada a cambio, pero en realidad pierden de vista que el que da, está recibiendo muchas ventajas que a simple vista pueden no ser tan evidentes.
Alternativas en materia de voluntariados
Los voluntariados pueden realizarse tanto a nivel local como internacional. Algunas personas ayudan a niños en situación de calle cocinando en comedores o haciendo recorridas callejeras durante el invierno para ofrecer un abrigo y un plato de sopa a los homeless.
Otros participan en colectas para paliar los daños producidos por desastres naturales como inundaciones y tornados que han destruido la vida de familias enteras. Con lo que se recoge de la solidaridad de la gente, se reconstruyen casas y se ayuda a las víctimas a comenzar de cero.
Otros voluntariados están vinculados al cuidado del medio ambiente: Greenpeace es un claro ejemplo de esto, al igual que PETA que se dedica a luchar contra el maltrato animal. Los voluntarios de estas organizaciones realizan diferentes acciones para concientizar a la sociedad de la importancia de preservar a los animales y cuidar el planeta.
Los voluntariados, como por ejemplo la Cruz Roja, brindan la posibilidad a sus participantes de viajar por el mundo y ayudar a personas en peligro que se encuentran en los lugares más recónditos del planeta. Esto permite un invaluable crecimiento personal, nuevas relaciones que posibilitan futuros contactos laborales y el aprendizaje de varios idiomas.
El voluntariado es algo que todos deberíamos experimentar por lo menos una vez en la vida. Para ampliar nuestra mirada, humanizar nuestro ser y ver mucho más allá de la superficialidad en la que muchas veces estamos inmersos. Si tienes la oportunidad de hacer algo así, piensa en qué eres bueno y como esa virtud que tienes, puede ayudar a hacer del mundo un lugar más confortable para todos.